Hay quienes juran haberlo visto por primera vez sobrevolando la cúpula de San Francisco. Otros aseguran que se posó durante semanas sobre la Biblioteca Palafoxiana, sin decir nada, solo observando. No habla mucho, pero cuando lo hace —con una mirada, con un gesto, con una ceja apenas levantada— todos entienden.
Tala no nació de un huevo común. Nació de una mezcla rara: un poco de curiosidad, una pizca de sarcasmo, algo de nostalgia, y toneladas de identidad. Tiene el cuerpo pequeño y la mirada filosa. Las alas decoradas como si fueran azulejos antiguos. El pecho claro, como papel nuevo listo para escribir. Y siempre está inclinado hacia un lado, como quien escucha más de lo que dice.
No sabemos cuántos años tiene. No sabemos de dónde viene exactamente. Solo sabemos que apareció el día que decidimos contar Puebla como se siente, no como se presume. Desde entonces, Tala vive en los márgenes del sitio: da clics sin avisar, sugiere titulares mejores, espía conversaciones que luego se convierten en historias. Tiene buen ojo para detectar lo falso. Y olfato afinado para encontrar lo que merece ser contado.
Tala no tiene género, ni edad, ni rol fijo. Un día puede ser editor asistente. Otro, curador de humor local. A veces solo está ahí, mirando. Pero cuando comparte algo, hay que poner atención. Porque si Tala te da repost… algo vio.
Su lenguaje no es ruidoso, pero es claro. Y tiene una misión que no cambia:
hacer que lo poblano vuele, pero sin perder el piso.
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Cosas que Tala quiere que sepas
Hobbies:
– Pasearse por los portales sin pagar nada.
– Leer entre líneas, en papel o en redes.
– Escribir títulos que nadie se atreve a usar.
– Sentarse en el cable más alto a ver cómo se mueve la ciudad.
– Juzgar discretamente los acentos foráneos.
Cosas que le gustan:
– El mole que sí pica.
– La música en la que se entiende la letra.
– Los secretos bien guardados.
– Las palabras que solo entienden los poblanos.
– Las paredes con historia (especialmente si tienen humedad o grafitis poéticos).
Cosas que no soporta:
– El chile chipotle enlatado.
– Las frases sin acento.
– Que le digan «mascota».
– Los influencers que no han pisado Analco.
– Las noticias sin contexto.
Curiosidades:
– Puede leer con un solo ojo.
– Nunca duerme en la misma cornisa dos noches seguidas.
– Una vez corrigió una nota con solo pararse encima del teclado.
– Tiene una lista negra de palabras que ya no deberían usarse en medios.
– Nadie sabe cómo llegó, pero tampoco quiere que se vaya.
